sábado, 19 de febrero de 2011

Impresiones sobre una vida azarosa



No puedo dejar de pensar en qué poco somos dueños de nuestra vida. Y no porque no seamos conscientes de las decisiones que tomamos, ese es otro tema, sino porque el factor suerte es tan fuerte que los resultados de nuestras acciones no dependen tanto de nosotros como del entorno en el que nos encontramos.
Sin saber si el mundo es determinista o no, sí que se puede asegurar que las variables que lo componen son tantas que la sensación de aleatoriedad es equivalente.
Ya decía Ortega y Gasset: “yo soy yo y mis circunstancias”. Últimamente pienso que “yo soy mis circunstancias y quizás un poco de yo”. Básicamente porque primero me llegan las circunstancias y mi influencia sobre ellas es prácticamente nula si la comparamos con la influencia de los factores externos no controlables.