lunes, 28 de marzo de 2011

Una vida en "TIT FOR TAT"


La estrategia del “Tit for Tat” es ampliamente conocida en teoría de juegos, especialmente en el dilema del prisionero. El nombre ya es bastante gráfico: “Tit for Tat”, algo así como “toma y daca” o “esto por aquello” pero lo que más me gusta de esta estrategia es que empieza con una buena acción. Si tu estrategia es esa, en un número (definido o no) de rondas, empiezas colaborando y, a continuación, te comportas igual que tu oponente en la ronda anterior. Por tanto, si tu oponente colabora, los dos obtendréis el beneficio de una colaboración. Sin embargo, si éste deserta, le castigas con una represalia equivalente en la ronda siguiente.

Me gusta pensar que es una estrategia válida para la vida. Se trata de dar la oportunidad de una colaboración, básicamente de ser amable. De tender una mano a quien tienes enfrente, especialmente si la relación entre ambos va a ser a largo plazo. Y a la vez, de mantener los pies en la tierra y reaccionar ante una provocación con una represalia justa. Incido en la palabra reaccionar, pues es la consecuencia de una acción previa. Es decir, no se toman represalias de manera gratuita contra alguien que te ha tendido la mano sino contra aquel que se ha portado mal. Él se lo ha buscado.

Leyendo sobre “Tit for tat” en la wikipedia, se describe a esta estrategia con las siguientes palabras:

[...] "amabilidad", "provocabilidad" y "capacidad de perdón" [...]


No puedo dejar de pensar en lo bien entrelazadas que están esas características para mantener un comportamiento social sensato e inteligente. “Amabilidad” y “capacidad de perdón” ya suenan como algo universalmente bueno y, sin embargo, tenemos la “provocabilidad” para mantenernos con los pies en la tierra. Para que, básicamente, no nos tomen por tontos.

Me gustaría ver algún día que este tipo de enseñanzas llegan a nuestras escuelas. Que los niños sepan lo que es el dilema del prisionero. Que, como consecuencia, aprendan los beneficios de una colaboración. Vivimos en una sociedad donde estamos forzados a interactuar con otros y nuestro comportamiento puede ser o “cooperar” o “desertar”, lo cual será determinante para nuestro beneficio en particular y para la sociedad en general.

Quien creó esta estrategia, lo hizo para un programa informático. Copió un modelo de comportamiento de la vida real y lo tradujo a un algoritmo entendible por un ordenador. Sin embargo, parece que ahora muchos de nosotros tenemos que entender ese algoritmo y de nuevo lo traerlo a nuestra vida diaria para tener así un mundo mejor y más satisfactorio.
Por ello, siempre me gusta empezar una conversación con una sonrisa.

6 comentarios:

  1. Estoy totalmente de acuerdo que el principio de colaboración debe formar parte de nosotros. Parte de todos los problemas que nos rodean proviene de un egoísmo de base, de mantener el bien individual por encima del común. Es cierto que las escuelas carecen de educación en temas triviales que les induzcan a pensar y hacer un mundo mejor. Empezar con un sonrisa una conversación es una invitación a colaborar juntos en una empresa, bien sea una simple conversación o un negocio. Además se añade el concepto de capacidad de reacción o provocabilidad, excelente para no encuadrarnos dentro de los necios. Para aquellos que desconfían continuamente y llevan el egoísmo por bandera es una buena oportunidad para hacerles ver que con otro comportamiento recibirán eso mismo y que la productividad aumentará en conjunto. Un abrazo :)

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  2. Veo que coincidimos, pues.
    Yo hago hincapié en que me parece una locura que una cosa tan simple y, a la vez, tan importante, no se enseñe en las escuelas.
    No sería la solución a nuestros problemas, aunque sin duda nos haría algo más conscientes de la importancia de cooperar.

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  3. Empezando por aplaudir y compartir (en la medida en que mi carácter me lo permite) el algoritmo, estrategia, o forma de vida, sólo tengo dos dudas que me impiden disfrutar completamente de él:
    ¿ Se tiene en cuenta el rasgo primordial del ser humano, el egoísmo ?
    ¿ Qué determina el nivel de justicia de una represalia?
    Mientras el ser humano no contenga su egoísmo, su avaricia, el afán de ser más (o tener más, léase banqueros), la desproporción del ego y la falta de respeto ..... sucederá como con las utopías de izquierdas (comunismo, anarquismo) .... sólo valdrán al principio.

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  4. Precisamente el otro día organicé un debate para hablar del Egoísmo. Si bien es cierto que forma parte de nuestro base genética heredada la necesidad de egoísmo para la supervivencia, no se está analizando de forma correcta. Si nos situamos en los homínidos o analizamos las tribus de animales, el sentido de colaboración es una premisa indispensable para el funcionamiento del grupo. Cuando alguien es egoísta y pone en peligro por ello el bien común, es reprimido duramente. Sólo se actúa "egoístamente" cuando está en juego la supervivencia suprema, ante un peligro real, en el resto de casos el egoísmo no es entendido como un acto tribal correcto. Si a esto le añadimos que nuestro cerebro reptil no es el único que poseemos y que hemos evolucionado y adaptado a la vida en sociedad, podremos comprender que podemos educar a nuestros contemporáneos en estos aspectos y enseñar que la colaboración por conseguir un bien común beneficia a todos. Creo que es importante comprender la diferencia entre el egoísmo reptil y el egoísmo ávaro. Sobre la toma de represalias, si sobrepasa la línea que la tribu (formada por uno, dos o mil miembros) ha establecido de principio, será conocida de partida que conllevará un acto egoísta y por tanto se podrá llevar a cabo. Un saludo!

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  5. En cuanto a las represalias, confío en el sentido común de cada persona para actuar en proporción a la ofensa. Ya sé que esto es algo muy subjetivo y sujeto a la moral de cada uno, pero si el represaliado no está de acuerdo, que no hubiera desertado él primero.

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  6. ¿Ojo por ojo y diente por diente formarían parte del tit for tat? Siempre, claro, dejando que sea el otro el borde que comienza las hostilidades.

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