
La estrategia del “Tit for Tat” es ampliamente conocida en teoría de juegos, especialmente en el dilema del prisionero. El nombre ya es bastante gráfico: “Tit for Tat”, algo así como “toma y daca” o “esto por aquello” pero lo que más me gusta de esta estrategia es que empieza con una buena acción. Si tu estrategia es esa, en un número (definido o no) de rondas, empiezas colaborando y, a continuación, te comportas igual que tu oponente en la ronda anterior. Por tanto, si tu oponente colabora, los dos obtendréis el beneficio de una colaboración. Sin embargo, si éste deserta, le castigas con una represalia equivalente en la ronda siguiente.
Me gusta pensar que es una estrategia válida para la vida. Se trata de dar la oportunidad de una colaboración, básicamente de ser amable. De tender una mano a quien tienes enfrente, especialmente si la relación entre ambos va a ser a largo plazo. Y a la vez, de mantener los pies en la tierra y reaccionar ante una provocación con una represalia justa. Incido en la palabra reaccionar, pues es la consecuencia de una acción previa. Es decir, no se toman represalias de manera gratuita contra alguien que te ha tendido la mano sino contra aquel que se ha portado mal. Él se lo ha buscado.
Me gusta pensar que es una estrategia válida para la vida. Se trata de dar la oportunidad de una colaboración, básicamente de ser amable. De tender una mano a quien tienes enfrente, especialmente si la relación entre ambos va a ser a largo plazo. Y a la vez, de mantener los pies en la tierra y reaccionar ante una provocación con una represalia justa. Incido en la palabra reaccionar, pues es la consecuencia de una acción previa. Es decir, no se toman represalias de manera gratuita contra alguien que te ha tendido la mano sino contra aquel que se ha portado mal. Él se lo ha buscado.